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Los fundamentos científicos de las alergias alimentarias: de intolerancia a la inflamación alimentaria

steth_book-300x199La inflamación alimentaria es hoy en día un concepto científico incuestionable apoyada por artículos publicados en reconocidas revistas. En particular, nos gustaría resaltar los siguientes trabajos en materia de alergias:

– Sampson H., Update on food allergy. J Allergy Clin Immunol 2004 May;113(5):805-19; quiz 820. Sampson previó la existencia de alergias alimentarias retardadas: reacciones inmunológicas relacionadas con la repetición del estímulo alérgico en las células intestinales durante varios días consecutivos. Por lo tanto, hay diferencias entre alergias retardadas y alergias inmediatas que son moduladas por IgE.

– Finkelman FD., J Allergy Clin Immunol 2007;120:506-15. Este artículo describe la existencia de la vía clásica de las alergias (mediada por IgE y mastocitos) y una vía alternativa (mediada por granulocitos, factor activador de plaquetas (PAF) e IgG), ambas causan los mismos efectos clínicos. Cualquier tipo de diagnóstico de alergia, sin tener en cuenta la existencia de esta nueva vía alternativa, puede ser considerada incompleta.

– Brandt EB et al., J Allergy Clin Immunol 2006 Aug;118(2):420-7. En este artículo se confirma que consumiendo un alimento en concreto, hacia el cual el paciente presenta una reacción alimentaria además de una reacción al moho y/o ácaros, puede dar lugar a síntomas de alergia respiratoria como asma, rinitis, tos y dificultad al respirar; también puede ocurrir en sujetos sin IgE contra ácaros o moho. Quiere decir que muchos pacientes con problemas respiratorios pueden simplemente padecer algún tipo de inflamación alimentaria.

– Karatay S. et al., Rheumatol (Oxford) 2004 Nov;43(11):1429-33. Epub 2004 Aug. De manera similar a lo descrito en el artículo anterior, este trabajo señaló que consumiendo alimentos no tolerados puede conducir a una reactivación de los síntomas artríticos en pacientes que padecen artritis reumatoide en remisión. Este nuevo concepto significa que el dolor de las articulaciones deben ser evaluados con un nuevo enfoque, teniendo en cuenta la reacción con los alimentos, también aquella desencadenada por las adipoquinas.

– Buchanan AD et al., J Allergy Clin Immunol 2007 Jan;119(1):199-205. Epub 2006 Oct 27. En este importante trabajo se identificó la posibilidad de usar un método eficaz de hiposensibilización oral para la cura de alergias y reacciones alimentarias. Cuando se utiliza como terapia los productos con bajas dosis de alérgeno/s pueden ayudar a la recuperación total de la tolerancia de los alimentos; en el caso de alérgenos respiratorios, recuperar la tolerancia del antígeno específico (ácaros, moho, polen).

– Longo G. et al., J Allergy Clin Immunol 2008 Feb;121(2):343-7 Epub 2007 Dec 22. Un grupo de científicos italianos describieron la viabilidad de la hiposensibilización oral para recuperar la tolerancia, mediante la administración de bajas dosis de un alimento específico, incluso en el caso de alergias alimentarias graves. En particular, Longo G. et al. se centraron en la inducción de la tolerancia en pacientes con alergia a la leche, permitiéndoles consumir de manera regular el alimento durante un periodo de tiempo limitado.

Hoy en día, la reeducación del organismo hacia la tolerancia mediante patrones dietéticos especiales está teniendo un gran impacto científico. A continuación les mostramos los artículos más relevantes para conocer este tema en profundidad.

– Frossard CP et al., J Allergy Clin Immunol 2004;113:958-964. Este es uno de los artículos más importantes en la inducción de la tolerancia. Se basaron en modelos experimentales de alergias alimentarias, Frossard pudo inducir una nueva tolerancia mediante la administración de bajas dosis de alérgenos. Se consiguió curar una alergia grave a la beta-lactoglobulina después de administrar agua con trazas de dicho alérgeno, una concentración equivalente a una gota de leche en una taza de café.

– Pons L et al., J Allergy Clin Immunol 2004;114(4):915-21. El grupo de Sampson logró la recuperación de una alergia grave a la soja mediante un tipo de vacunación con una sustancia similar. Estos resultados justifican la hiposensibilización utilizada en muchos casos en la clínica, basada en sustancias similares pero no necesariamente idénticas a los alérgenos. Por ejemplo, es posible tratar la hipersensibilidad a Candida albicans utilizando bajas concentraciones de otro hongo o levadura.

– Leonard SA et al., J Allergy Clin Immunol. 2012 Aug;130(2):473-480.e1. La posibilidad de recuperarse, con un impacto similar al anterior, también fue descrito en la alergia al huevo. Este trabajo, publicado en  JACI en 2012, confirmó la viabilidad del planteamiento ya descrito y la necesidad de tratar mediante la inducción de la tolerancia los casos graves de alergias Ig-E mediadas.

– Lied GA et al., Aliment Pharmacol Ther. 2010 Jul;32(1):66-73. Epub 2010 Mar 26. El camino hacia la comprensión de la inflamación alimentaria es principalmente gracias a este trabajo realizado por un grupo de gastroenterólogos noruegos publicado en julio de 2010 en Alimentary Pharmacology and Therapeutics. Tras excluir del estudio aquellos voluntarios con alergias graves, lactointolerantes o con problemas inflamatorios intestinales (como enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa), e incluir a aquellas personas con resultados negativos en alimentos en los test Prick o RAST que habían manifestado evidentes síntomas intestinales tras la ingesta de un alimento en concreto, pero no presentaron síntomas de alergia hacia ese u otro alimento. El resto de voluntarios fueron aquellos que presentaron niveles significativamente diferentes, comparados con el grupo control, de citoquinas específicas como BAFF. Dicha molécula es producida por macrófagos intestinales, monocitos y células dendríticas pero también por células no inmunológicas como aquellas que habitan en la mucosa intestinal, glándulas salivares y por los fibroblastos, y células gliales presentes en el cerebro, en las articulaciones y en los cartílagos.

Las moléculas BAFF presentan características interesantes, no solo son capaces de desencadenar la inflamación, también regulan el desarrollo de otras reacciones como alergias, dolor, metabolismo, actividad muscular y desórdenes como enfermedades autoinmunes y celiaquía. Todo esto se realiza a través de un complejo mecanismo que controla la señalización de los receptores celulares. Esta molécula se ha convertido en el eje central para la comprensión de la relación entre producción de citoquinas e inflamación alimentaria.

Muchas certezas sobre la enfermedad celíaca, hasta ahora totalmente aceptadas, han sido cuestionadas recientemente, en particular  la existencia de casos transitorios de dicha enfermedad. Ciertos artículos hablan explícitamente de posibilidades de curación:

Patriarca G et al., Int J Immunopathol Pharmacol 2005 Oct-Dec;18(4):709-14. En este artículo, los autores señalaron que el consumo controlado de gluten por una paciente celíaca, bajo un programa de reintroducción del alérgeno de manera gradual y progresiva llevó a una dieta libre y variada.  Este trabajo, al igual que otros relacionados con la celiaquía y la sensibilidad al gluten, abren la posibilidad de restablecer una dieta variada.

Con nuestros pacientes en Italia que sufren problemas inflamatorios relacionados con la alimentación son tratados mediante terapias específicas y personalizadas con el fin de recuperar la tolerancia de los alimentos y el bienestar general.