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¿Antidepresivos o correr?

jogging-street-300x199El hecho de que el ejercicio físico tiene beneficios en el estado de ánimo es bien sabido por todos. Sin embargo, mucha gente piensa que su eficacia depende de un cambio total del estilo de vida.

Desde abril de 2001, gracias a un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine, sabemos que las acciones antidepresivas del ejercicio físico, incluso en casos de depresión grave, son claras y visibles tras 10 días.

Los medicamentos antidepresivos surten efecto a los 15 minutos de ser ingeridos, pero correr empieza incluso antes.

Investigadores de Berlín solicitaron a personas con trastornos depresivos de más de 6 meses, participar en una investigación que consistía en correr 30 minutos diarios en una cinta (con intervalos) durante 10 días.  La duración media del episodio, definida (de acuerdo con DSM IV) como episodio depresivo mayor, fue de 35 semanas. Al final del período de 10 días, las puntuaciones en la escala de Hamilton (evaluación objetiva de la depresión), así como los resultados de la auto-evaluación (subjetiva) fueron mejorados significativamente.

Las razones de los resultados de este estudio piloto (Br J Sports Med 2001 Apr;35(2):114-117) pueden ser diversas: uno, el hecho de correr (o ejercicio físico en general) facilita la producción de neurotransmisores que mejoran los niveles del estado de ánimo, o el hecho de que la acción metabólica del ejercicio influye en el funcionamientos del cerebro.

Es bueno tener en mente el hecho de que correr es de los pocos deportes en el que se “vuela”: el cuerpo está completamente levantado del suelo en más de la mitad del tiempo; situación opuesta (desde un punto de vista simbólico) de una persona deprimida y que puede ayudar a recuperar el equilibrio.

Una cosa es cierta: este estudio apoya a esos pocos pero valiosos psiquiatras que saben cómo tratar las patologías psiquiátricas mediante la combinación de la terapia farmacéutica, la psicoterapia y la terapia física.  Probablemente con menos cantidad de medicinas se consigue un mayor desarrollo de la autonomía y de la eficacia.

Estudios recientes

Nuevos estudios han confirmado la eficacia del ejercicio físico como un antidepresivo en cualquiera de las formas practicadas.

Un estudio americano (American Journal of preventive Medicine, 2005, 28:1-8) mostró una reducción considerable de los síntomas, después de 3 meses, incluso en pacientes que sólo realizaban ejercicios para mejorar la flexibilidad. Pero aquellos sujetos que realizaron actividades más intensas mostraron una reducción del 50% en su malestar.

Según el estudio, la eficacia aumenta con la intensidad del ejercicio, y más aún cuando la actividad física representa una alternativa más natural y placentera que los medicamentos.

Una alternativa sin efectos secundarios y que puede ser asociada a otros tratamientos, ya sean farmacológicos o psicoterapéuticos.