
A pesar de la cantidad de estudios científicos confirmando la relación entre nutrición y las diferentes formas de artritis (artritis reumatoide, artritis reactiva, artritis psoriásica, e incluso la clásica artritis que “todo el mundo” sufre), hay muy pocas medidas que tienen en cuenta un cambio en la alimentación con el fin de controlar el dolor y la inflamación, y así ayudar a los pacientes a recuperar su bienestar de una forma natural.
La relación entre artritis e inflamación alimentaria es conocida desde hace tiempo. BioMarkers realiza un plan nutricional personalizado dirigido a reducir los niveles de dicha inflamación.
Un estudio publicado en Discovery Medicine, tuvo en cuenta los efectos en la artritis de una correcta distribución de proteínas y carbohidratos en cada comida. El estudio confirmó el fuerte impacto de las adipoquinas en la generación de la inflamación articular y los fenómenos relacionados con el dolor (Conde J et al, Discov Med. 2013 Feb;15(81):73-83).
La producción de la leptina y la resistina dependen de la forma en que se mezclan los alimentos y la hora en la que se ingieren. El sistema nutricional que solemos recomendar a nuestros pacientes es comenzar el día con un desayuno abundante, dirigido específicamente a controlar y orientar la producción de las citoquinas producidas por el tejido adiposo.
La estrecha relación entre obesidad, alergia y artritis nos está ayudando a entender por qué la elección de un desayuno a base de pan y mermelada es peor que uno con huevo duro combinado con cereales y semillas oleaginosas.
El tipo de terapia usada en cada caso depende de las necesidades individuales. El uso de productos como la cúrcuma causa una acción en la inflamación junto con una regulación de las adipoquinas. El magnesio, en sus diversas formas, ayuda a reducir la contracción muscular. El aceite de perilla se puede usar como regulador de la inflamación gracias a su contenido natural en omega-3.
Las formas en que la naturaleza nos ayuda son muchas y pueden ser complementarias a las terapias clásicas con el fin de controlar la inflamación y recuperar el bienestar.