
Las molestias que relacionan a ambas no se limitan sólo a la alergia por contacto, la cual puede ser curada con una dieta apropiada; también implica síntomas que dependen de la presencia de sustancias inflamatorias como BAFF, producidas por el cuerpo en respuesta a la ingestión de ciertos alimentos.
Este fenómeno está aumentando al menos por cuatro razones:
- Mucha gente piensa que es necesario eliminar prácticamente todo de la dieta (tal y como se recomienda en las clásicas listas proporcionadas por ciertos centros alergológicos). En su lugar, BioMarkers recomienda el control solo de aquellos alimentos con alto contenido en níquel, que son muchos pero hay alternativas.
- Muchos centros alergológicos no mencionan las grasas vegetales hidrogenadas y productos similares como alimentos a controlar. Dichos alimentos están presentes en abundantes productos (crackers, galletas, comidas fritas, patatas fritas, bollería industrial…) y por tanto, el esfuerzo de las personas que realizan la dieta es inútil.
- Algunos dermatólogos siguen convencidos de que las reacciones al níquel sólo surgen cuando hay contacto, perdiendo la oportunidad de ayudar al paciente a curar sus problemas.
- Un gran número de fumadores no sabe que cada inhalación de humo envía una cantidad importante de níquel a los pulmones, también ocurre con el uso de tinte para el cabello o con la ingesta de tomates.
Para abordar el problema, primero identificamos las posibles razones que causan la inflamación alimentaria mediante Biomarkers. Según los resultados, se crea una dieta rotacional basada en los alimentos que causan dicha inflamación.
Una de las razones por la que tratamos tantos casos de reacción al níquel es por la existencia de un nivel de umbral (una dieta rotacional puede resolver el problema sin la necesidad de eliminar totalmente ciertos alimentos), y el uso de técnicas basadas en bajas dosis hacen posible que el contacto o la ingesta de níquel se siga manteniendo, pudiendo mejorar la situación clínica.
Se debe realizar un estudio preciso para identificar los productos que contienen níquel, así como las cantidades contenidas. Llegados a este punto, aplicamos diversas técnicas terapéuticas que se utilizan en estos casos.
Aceite de Perilla 750 mg., se comienza con 4 perlas al día, la dosis se reduce a 3 durante unas semanas y finalmente 2 al día (se puede tomar durante largos períodos de tiempo) hasta que los síntomas desaparezcan.
Una acción similar se puede obtener usando Aceite de Grosella Negra en perlas de 1 g. La cantidad recomendada son 3 perlas al día hasta que desaparecen los síntomas, reducir a 2 durante unas semanas, y terminar con 1 perla a la semana como dosis de mantenimiento.
El uso de los test DRIA durante años nos ha llevado al uso de hiposensiblizadores de bajas dosis para níquel. Estas preparaciones han demostrado ser eficaces para el control de las reacciones al níquel y de este modo recuperar la tolerancia. Simplemente con una cápsula al día de “Mix Alimenti Nichel” (concentración 1/2500) mezclado con un poco de agua nada más empezar el día, es uno de los instrumentos más eficaces.
En caso de problemas con la piel, el uso de cremas especiales dermatológicas como Ceramol 311, Ciderma o Rejuvenation se pueden utilizar dependiendo de los casos de irritación. También se pueden usar suplementos minerales como Oximix 3+ (5ml al día) o remedios fitoterapéuticos como Quercetina complex (2 cápsulas al día) que pueden ser de gran ayuda para controlar los síntomas.