
El hecho de que un alimento pudiera tener efectos para aumentar o bajar de peso independientemente del contenido energético estaba sujeto a constantes conflictos y controversias, especialmente al referirse al concepto de intolerancia alimentaria.
El Dr. Attilio Speciani, directo científico de BioMarkers tuvo en 2012 tuve el honor de formar parte del debate sobre reacciones alimentarias organizado por el “Corriere della Sera” (uno de los principales periódicos italianos), donde se abordó el tema de la inflamación alimentaria y su concepto revolucionario, además de la relación entre reacción a los alimentos y ganancia de peso, los cuales se han descrito en diferentes estudios, centrándose en el papel de ciertas citoquinas y células inmunes del tejido adiposo llamadas macrófagos.
Uno de estos estudios realizado por un grupo de endocrinos de Viena y publicado en International Journal of Obesity (Zeyda M et al, Int J Obes (Lond) 2007 Jun 26) arrojó nueva luz sobre los factores desencadenantes del aumento de peso y su correlación con bajos niveles de inflamación. Gracias a estos resultados, hemos podido mostrar de una manera clara por qué la gente con inflamación alimentaria puede desarrollar con mayor facilidad resistencia a la insulina.
Este estudio no es el único realizado, desde 2004 Mitchell Lazar ha publicado en Science el por qué los macrófagos pueden producir resistina como una simple respuesta a una inflamación de bajo grado desencadenando una posible resistencia a la insulina así como acumulación de grasa en las células adiposas como respuesta defensiva.
Otros artículos han descrito como BAFF, citoquina muy relacionada con la inflamación causada por los alimentos, determina una situación de resistencia a la insulina, creando la conexión entre inflamación y ganancia de peso, así como la estimulación de adipoquinas que llevan a la obesidad.
Una dieta capaz de controlar los alimentos que causan inflamación puede ayudar a recuperar el peso ideal, reduciendo la masa grasa y aumentando la magra. Un cuerpo inflamado tiene la tendencia de ganar peso, es una de las posibles razones del por qué personas con alergias alimentarias aumentan de peso sin razón alguna.
La clave para entender este fenómeno está en la producción de citoquinas inflamatorias (como BAFF) y en la activación de los macrófagos que residen en el tejido adiposo, generalmente conocidos por su papel antiinflamatorio pero que en realidad también son capaces de producir citoquinas proinflamatorias y llevar a una situación de insulinorresistencia cuando se han visto afectadas negativamente por la dieta y la inflamación.
En otras palabras, estas células pueden sentar las bases de condiciones similares presentes en la diabetes, facilitando el aumento de la masa grasa corporal.
Hoy en día podemos medir el nivel de las citoquinas inflamatorias y entender el grado de inflamación del organismo. Mediante dieta y soporte terapéutico es posible reducir la resistencia a la insulina.
Algunas de estas medidas están incluidas en Biomarkers, terapia que nos permite realizar un “perfil nutricional personalizado” con el fin de lograr el peso adecuado. Mediante una terapia adecuada el paciente consigue disminuir la inflamación y recuperar su bienestar.