
Uno de los objetivos más importantes de este nuevo concepto ha sido el cambio en la investigación, de centrarse en el estudio de una única sustancia responsable a centrarse en grupos de alimentos que comparten características similares desde un punto de vista inmunológico. Este cambio ha llevado a la descripción de los Grandes Grupos Alimenticios.
Muchas personas asumen, erróneamente, que deben probar cientos de sustancias para llegar al origen de la reacción alimentaria. Este método puede ser útil, con sus limitaciones, si se estudian alergias específicas; en cambio, cuando la reacción inflamatoria no es causada por las inmunoglobulinas E sino que es desencadenada por los diferentes tipos de citoquinas es necesario saber qué Grupo de Alimentos está involucrado.
En una alimentación clásica europea, el trigo o el gluten juegan un papel más importante que el de la pimienta, por ejemplo, ya que la mayoría de los europeos (siempre con sus excepciones) han ingerido en su día a día más productos a base de harina que pimienta.
El “peso específico” que tiene un alimento en la dieta depende principalmente de los hábitos de la población. De hecho, la mayoría de las reacciones relacionadas con los alimentos son causadas por la repetición de un mismo estímulo: por ejemplo, el impacto que el trigo y sus derivados causa en ciudadanos europeos es más relevante que el causado por la pimienta.
Los europeos suelen mostrar más reacciones alimentarias hacia la leche, trigo y levadura, mientras que los japoneses reaccionan más al arroz y a la soja. Esto quiere decir que la inflamación alimentaria es causada por las sustancias más utilizadas en la dieta de cada uno.
La existencia de los Grandes Grupos de Alimentos y su significado más profundo fue descrito en un estudio estadístico realizado por el equipo clínico de Eurosalus.com en la Academia Europea de Alergias e Inmunología Clínica (EAACI) de Niza en 2013, centrándose en las reacciones alérgicas de los alimentos.
En dicho estudio, se expusieron las IgG de 5000 sujetos a más de 40 tipos de alimentos. Los resultados fueron analizados y estudiados teniendo en cuenta la correlación entre las diferentes sustancias, haciendo posible una descripción más específica y concreta de los grupos de alimentos.
Para nuestra gran satisfacción, fuimos capaces de identificar 5 Grandes Grupos, estadísticamente vinculados a la leche, la levadura, el níquel y el trigo/gluten, confirmando lo que nuestro equipo científico lleva afirmando durante años. La reactividad del grupo de los salicílicos naturales (ASA) también es digna de mención pero con menos fuerza que la de los cuatro grupos anteriores.
Esta nueva información nos permite simplificar el diagnóstico que forma parte de BioMarkers (análisis basado en la cuantificación de anticuerpos IgG y citoquinas inflamatorias en relación a la alimentación de un paciente), ya que el análisis es en base a los Grandes Grupos en lugar de sustancias individuales.
La alergia a una sustancia poco usada (por ejemplo a la pimienta) normalmente es descrita por el paciente al médico, quien examinará en profundidad la situación. En el caso de una inflamación alimentaria, la percepción que tenemos de los alimentos puede ser confusa o malinterpretada haciendo que la identificación de la sustancia que lo causa sea más difícil.
BioMarkers sirve para identificar aquellos alimentos que en el pasado han podido desencadenar una reacción; la interpretación se basa en la identificación del Grupo involucrado, y no en un alimento en concreto.
La identificación de una sola sustancia puede tener interés en la evaluación de las alergias mediadas por IgE, en el estudio de la reactividad de productos químicos, aditivos y conservantes, y en la investigación de alimentos a otros niveles.
Los Grandes Grupos Alimenticios para la población europea son:
– Trigo y gluten
– Leche, productos lácteos y productos de origen bovino (queso, yogur, etc.)
– Levaduras y productos fermentados (relacionados con la fermentación de la levadura y presencia de hongos, ej: pan- incluyendo pan sin levadura y productos de panadería sin levadura añadida- té, vino, vinagre)
– Níquel y sus productos derivados (ej. coco, tomate, kiwi, productos precocinados, comida rápida)
– Aceites cocinados (como alimentos fritos, productos industriales envasados, productos a base de grasa, aceites vegetales hidrogenados)
– Salicilatos naturales (a menudo responsables de urticarias, poliposis, rinitis, eczema)
– Productos con alto contenido en sal (carnes curadas, quesos, galletas saladas, productos de panadería, cubos de caldos)
Un enfoque clínico moderno que quiere cumplir con las formas más recientes de interpretación de una alergia, debería ayudar a identificar los grandes grupos de alimentos involucrados en la reacción inflamatoria, y a definir la dieta capaz de recuperar la tolerancia, con el fin de lograr la reintroducción de esas sustancias de una manera variada y agradable.
Un diagnóstico óptimo es aquel que detecta el mínimo número de sustancias suficientes para identificar el Grupo. No se trata de enfrentar los anticuerpos “contra” un alimento en concreto, sino un anticuerpo que puede expresar un resultado de una reacción inmunológica del pasado – a veces superada- contra una sustancia específica.
Tener demasiadas sustancias a ensayar sólo puede crear confusión y generar un perfil no representativo del paciente.
El conocimiento de los Grandes Grupos nos permite implementar las dietas de forma eficaz en la rotación y reintroducción de los alimentos, los cuales son pasos fundamentales para lograr el “destete” del paciente: ser capaz de tolerar aquellos alimentos específicos e ingerirlos de nuevo sin preocupación alguna.