
Durante años, la industria alimentaria ha aumentado su presencia en los productos alimenticios, mientras que hoy en día los efectos negativos directos e indirectos de la sacarosa están saliendo a la luz.
El estudio de la inflamación, y en particular la inflamación relacionada con los alimentos nos ha enseñado que ciertos productos (a los cuales existe una reactividad específica) y ciertos hábitos alimenticios (por ejemplo, saltarse el desayuno) producen unos efectos que conllevan a un aumento de peso, siguiendo un esquema preciso:
- Producción de moléculas inflamatorias (citoquinas como el factor de activación de células B, BAFF o el factor de activación de plaquetas, PAF)
- Inicio de la resistencia a la insulina
- Aumento de peso